Una compraventa segura comienza antes de la notaría. El due diligence legal confirma titularidad, revisa gravámenes y prohibiciones, contrasta metraje y linderos con catastro, analiza reglamentos de propiedad horizontal y verifica que tasas y obligaciones estén al día. Este diagnóstico evita contingencias que luego resultan costosas o impiden la inscripción del título.
Elegir la ruta adecuada también importa. Cuando existen condiciones por cumplir —crédito bancario, trámites municipales, levantamiento de hipoteca— la promesa de compraventa ordena plazos y responsabilidades. Cuando todo está listo, la escritura definitiva formaliza la transferencia y su inscripción en el Registro de la Propiedad la hace oponible a terceros. Coordinar con anticipación certificados, impuestos y firmas ahorra tiempos y reprocesos.
La meta es cerrar con tranquilidad: documentos completos, comparecencias claras y un expediente que soporte la operación de principio a fin. Tras la firma, un seguimiento diligente hasta la inscripción te entrega seguridad jurídica real. Este contenido es informativo; si estás por comprar o vender, agenda una revisión legal para recibir un checklist y una ruta de cierre a tu medida.